Atada al vacío,
a una piedra invisible
con sogas fuertes
que no se permiten cortar
Piedra perfecta,
hermosa,
que se palpa
una vez cada tanto.
Manos esposadas,
amordazada,
con la boca tapada de tanto gritar
Ojos enceguecidos,
encandilados por el brillo de la ausencia.
Secuestrada bajo el encanto del vacío,
dominada por la rudeza del acto,
sumisa,
devota,
conformista.
Paulita-
viernes, 6 de marzo de 2009
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2 comentarios:
No lo habia leido este.
Chanfle que sí te sentis presa de la "cobardía" de no decir la verdad.
Te entiendo tanto amiga.
Veo que te super inspira jaja
Yo también arranqué otra vez, cambié la onda de cuentos que nos rodean.
Ahora tengo banda para subir pero de a poco será.
y también me inspira un problema ¬¬
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