miércoles, 25 de marzo de 2009

La serenidad sobre nosotros
y hasta los pies. Lujuria:
Miradas q hace tiempo no sentía,
labios q no saben a lo que creí que quería.

Tómame la mano,
invítame a llevarme lejos,
alejame del ruido y del humo,
de los bailes y
las miradas de cuatro de la mañana.

Tengo tiempo para que
una sombre mas de este cuarto me bese,
para jugar a ser electores y
cometer el sufragio de la lista prohibida,
tengo ganas de que solo sea ,
esa pequeña luz del electrodoméstico a lo lejos,
el olor a comida para perros,
y poco espacio para hacernos
lo que tenemos ganas
desde hace cinco besos.

martes, 10 de marzo de 2009

Evitar q la almohada mas perfecta no me lleve al sueño,
que la melodía mas calma,
no signifique mi paz.

Evitar la palabra errada cuando tengo q callar,
la mirada q juzga,
sonidos sin lastimar.

Una charla sin contenido,
y un cuarto q sobra para dos
cuando se empeñan en ser uno.

tus rulos como red, mis piernas como esposas
un colchón en el piso
q no sirve comparar.

Evitar encontrarte cada día, tachar de la conciencia tu voz,
que tus ojos no sean vacío,
almas jugando al amor.

Evitar el delirio repentino de la utopía racional
¿Para que el cielo en el beso
si el infierno me gusta mucho mas?


Paulita-
Una mirada sobre la otra,
imantadas,
impregnadas.
Sus cuerpos no se despegan,
se aman,
se aplastan.
Manos al ritmo de la respiración,
bailan,
calman.
Labios q se transforman en besos,
suaves,
furiosos.
Felicidad q nunca sabrá a compartida,
monólogos,
soliloquios.
Satisfacción de igual tamaño que el deseo,
desbordados,
desorientados.

Paulita-

viernes, 6 de marzo de 2009

Devota

Atada al vacío,
a una piedra invisible
con sogas fuertes
que no se permiten cortar

Piedra perfecta,
hermosa,
que se palpa
una vez cada tanto.

Manos esposadas,
amordazada,
con la boca tapada de tanto gritar

Ojos enceguecidos,
encandilados por el brillo de la ausencia.

Secuestrada bajo el encanto del vacío,
dominada por la rudeza del acto,
sumisa,
devota,
conformista.



Paulita-

Devota

Atada al vacío,
a una piedra invisible
con sogas fuertes
que no se permiten cortar

Piedra perfecta,
hermosa,
que se palpa
una vez cada tanto.

Manos esposadas,
amordazada,
con la boca tapada de tanto gritar

Ojos enceguecidos,
encandilados por el brillo de la ausencia.

Secuestrada bajo el encanto del vacío,
dominada por la rudeza del acto,
sumisa,
devota,
conformista.



Paulita-