lunes, 29 de septiembre de 2008

Y mi boca se humedece por algo que no es mío, mis labios juegan con otros, y (luego de tanto tiempo) me vuelven a besar.
Nos brindamos placer del mínimo, mentimos, simulamos q nos pertenecemos.
Pero no.
Los dos con los ojos cerrados, mirándonos a nadie mas q nosotros, como masturbándonos con besos hipócritas de música y olor a cigarrillo en la atmosfera.
Me dejo llevar por este rol circunstancial, no tengo un plan mejor por los próximos 20 segundos.
Que un labio, el otro, lenguas, me voy, vuelvo, rozo, vuelvo, ya se torna hasta algo mecánico.
Y dentro de mi autosatisfacción apareces, imagino q sos vos, vaya a saber por q siempre me voy por el camino del masoquismo con dirección a tu nombre, pero es tarde ahora para replantearlo, ahora es tu boca, ahora soy yo la que está besando.
Comienzo a disfrutar de tu piel perfecta, acaricio esa barba de dos días q no te pertenece, busco tomar el maxilar para lograr estremecerte, soy yo la q te toma de una cintura hoy un poco mas ancha y te acerca, para sentirte algo mas próximo, te uno a mi, pero seguís lejos, tan lejos.
Ahora continuo despacio, como sé que te gusta, pero evidentemente no lo recordas, por eso besas distinto.
En cada uno te digo lo que siento, pero la distorsión del mensaje es tan grande cuando el emisor y el receptor no manejan el mismo código.
Deseo admirar tu rostro, y abro los ojos para dejar de verte, y es allí cuando te vas, solo, a ser eso q no sos, pero que está conmigo.
Es en ese preciso instante cuando comprendo que la distancia entre vos y yo es simplemente una cuestión de imaginación.


Paulita-

No hay comentarios: