miércoles, 12 de agosto de 2009

soliloquios.

- Sabes que hoy pensaba en la situación y ya no me da tanto pánico...
- Bien, me gusta eso!
- Si a mi también. Me superó todo este problema, es algo que va mas allá de mi. Lo que sé es que ya no lo quiero. Y es un punto final.
- ¿Que no querés?
- Esto.
- ¿Y que es esto?
- La "nada".
- ¿Pero como puede cansarte algo que nunca tuviste?
- Por eso mismo, el brillo del vacío hace peor a la vista que el tono opaco del lugar ocupado. Además, uno siempre piensa que todo lo que brilla es oro y...
- ... y puede ser un diamante...
- ... o una moneda de un centavo.
- pero brilla!
- Pero no alcanza. A veces no alcanza con un esplendor, con un suceso o con millones de anécdotas. Se busca un cotidiano, no contar meses. Quiero contar horas! Eso me cansó.
- ¿Y como pensas que va ...?
- No lo sé. Pero espero que no lo haga de la forma que me gustaría que lo haga.
- ¿Por qué?
- Alargaría la nada.
- Pero de esa forma le darías bases a la nada.
- Pero sigue siendo nada.
- Sabrías algo. Ya no sería nada. Eso si debería alcanzarte...
- Pero no quiero que me alcance eso que me da. Quiero que no me sirva todo lo que no me da. Quiero hablar de gustos mas q de satisfacción de necesidades...
- Querés hablar de vos.
- ESO! Quiero hablar de mi. Dejarlo de lado.
- Pero si nunca hablaste de él.
- Hablé de él todo el tiempo!
- Parecía que eras vos la que buscabas las bases a la nada.
- Si, pero en el "yo" estamos tan unidos los dos.
- ¿Y eso no es algo?
- Eso es demasiado. Y agota.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buenoooooooo. me gusto mucho!