viernes, 15 de agosto de 2008

Estos son los días en los q me doy cuenta cuan vulnerable soy, cuan débil se torna mi coraza cuando el dolor de quebrarme es mas fuerte.
Esos días en los que la cabeza tiene cuatro veces su tamaño, los problemas te persiguen, te cantan, te corren, te bañan y te sacan "uno de noventa por favor!"
Carta abierta a mi misma, en forma de psicología barata, total describirme en un momento en el que me desconozco me convierte en ajena, ausente, en lejana...
Me auto exploro sin encontrar puntos de conexión en todo lo que creo ser.
Me vuelvo sorda de mis consejos y esclava de juegos sucios que planea mi mente para complicar una vida que de sencilla mucho no llevaba, pero con el displacer se siente el doble, se llora con mas caudal, duele mas fuerte.
Perderme entre la nada misma, convirtiéndome en menos que el aire. Depositar los problemas en una tintorería, q me los laven, sequen y planchen. Doblenmelos. No importa cuanto tarda, empaquetamelos. Que todo me lo devuelvan ordenado, seco, listo para usar. Quiero las cosas en sus bolsas y yo irme de viaje mientras otro trabaja para mi.
Sentir que me equivoco, en todo momento, que con vos le erro a cada paso, medir las palabras, buscar hacer trampa, que me toque siempre seis en los dados, forzar el azar.
Mejor, mirame.
Es casi igual.

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